Pan de molde con semillas

Pan de molde con semillas

El pan de molde siempre va bien para las tostadas o unos sándwiches, si es casero hay una gran diferencia con uno industrial en cuanto a sabor, textura e ingredientes naturales, además no resulta demasiado difícil de elaborar. Otra ventaja es que lo podemos hacer con la harina o mezcla de las mismas que más nos gusten, en este caso lleva mitad fuerza, mitad Tritordeum, que le aporta un extra de elasticidad a la masa y un extra de sabor y bonito color al pan.

Si además queremos convertirlo en un pan más estupendo aún, lo podemos acompañar con semillas, tanto en el interior de la masa como en el exterior del pan, queda genial con tantas semillas cubriendo toda su superficie.

Ingredientes: (para un molde de cake de 30 cm)

  • 225 g de harina de fuerza,
  • 225 g de harina Tritordeum o integral,
  • 165 g de agua,
  • 160 g de leche,
  • 60 g de aceite de girasol,
  • 10 g de sal,
  • 200 g de semillas variadas: girasol, calabaza, amapola, sésamo…
  • 4 g de levadura seca de panadería o 12 g de la fresca.

Elaboración:

Ponemos en un bol o en el de la amasadora el agua, la leche, el aceite, la sal y 50 g de las semillas, añadimos la harina y la levadura.

Mezclamos bien hasta que esté todo integrado. Amasamos intercalando reposos hasta que la masa no se peque a las paredes del bol.

Formamos una bola.

La dejamos reposar, bien tapada, en un lugar alejado de corrientes hasta que doble su volumen.

Cuando haya doblado su volumen, preparamos dos recipientes alargados donde quepa el pan, uno con agua y otro con el resto de semillas.

Sacamos la masa a la superfície de trabajo, le damos forma rectangular procurando que no pierda mucho su volumen.

Recogemos la masa hacia adentro.

Le damos la vuelta al pan.

Lo metemos en el tuper con agua, no hace falta que esté mucho rato, sólo el suficiente para que se moje.

(Tampoco hace falta soltarlo de las manos, sólo lo hice para poder hacer la foto)

Luego lo pasamos por las semillas, girándolo por todas partes para que se peguen bien.

Colocamos el pan en el molde previamente engrasado con la parte de la unión de la masa hacia abajo.

Dejamos que doble nuevamente su volumen.

Una vez haya llegado el volumen del pan a la parte de arriba del molde, precalentamos el horno a 220º C.

Horneamos 30 minutos a 220º C.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Si queremos más brillo en la superficie cuando esté todavía caliente lo pincelamos con un poco de leche.

Una vez frío, ya podemos empezar a cortarlo.

Durará poco, os lo aseguro.



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