Tarta mousse de queso y fresas

Tarta mousse de queso y fresas

Las tartas mousse son un postre ideal y muy elegante para cualquier celebración. Al poder combinar en capas los sabores a nuestra elección y tener una textura suave, resultan un bocado ligero y delicioso que se come con facilidad. Además de todo esto quedan muy bien estéticamente.

Lleva bastantes elaboraciones pero el resultado merece realmente la pena, para las fiestas navideñas puede quedar muy bien en nuestras mesas por su combinación de colores.

Es importante tener en cuenta que necesitaremos organizarnos bien, si no disponemos de mucho tiempo seguido, podemos dividir el trabajo en varios días, al fin y al cabo como hay que congelar, aguantará bien sin problemas.

Las decoraciones también podemos ir haciéndolas cuando podamos y tenerlas guardadas en el frigo, además como se hace más cantidad, aprovechan para otra ocasión.

Ingredientes: (para una tarta cuadrada de 27 cm de lado)

Para el bizcocho base:

  • 3 huevos,
  • 75 g de azúcar,
  • 25 g de cacao en polvo,
  • 75 g de harina de repostería,
  • colorante alimentario rojo,
  • unas gotas de aroma de fresa.

Para la mousse de fresas:

  • 420 g de fresas congeladas o naturales,
  • zumo de medio limón,
  • 420 g de nata de montar fría,
  • 125 g de azúcar,
  • 11 g de gelatina en hojas,
  • colorante alimentario rojo (opcional),
  • aroma de fresa (opcional).

Para la mousse de queso:

  • 420 g de queso crema,
  • 90 g de nata de montar,
  • 70 g de azúcar,
  • 35 g de miel,
  • 14 g de gelatina en hojas,
  • 280 g de nata de montar fría.

Para el glaseado:

  • 98 g de agua,
  • 150 g de azúcar
  • 150 g de glucosa,
  • 108 g de leche condensada,
  • 12 g de gelatina en hojas,
  • 162 g de chocolate blanco,
  • colorante alimentario blanco.

Para decorar:

  • Frutas rojas varias congeladas,
  • chocolate blanco,
  • merenguitos blancos y rosas,
  • glaseado rojo.

Elaboración:

Para controlar bien los tiempos de varias elaboraciones necesitamos un térmometro de cocina, si os gusta la repostería y la elaboráis habitualmente en casa, es muy necesario y no es un utensilio muy caro.

En esta ocasión he utilizado un molde rectangular extensible, para asegurar que no se moviera por su falta de peso y por el hecho de ser extensible, sujeté un papel de horno que sirve de base con clips de oficina limpios. Aparte de esto hay que apoyarla sobre una base rígida como una bandeja lo más lisa posible.

Del bizcocho:

Precalentamos el horno a 170º C (con ventilador, 180º C sin).

Ponemos en un bol o en el de la amasadora los huevos con el azúcar y el aroma, los batimos a velocidad máxima hasta que espumen.

Tamizamos la harina y el cacao en polvo, los mezclamos bien.

Vamos añadiendo esta mezcla a la de los huevos poco a poco con la máquina a velocidad lenta y terminamos de integrarlo con una espátula.

Añadimos el colorante, mezclamos bien y echamos la masa en el molde.

Horneamos unos 20 minutos170º C (con ventilador, 180º C sin).

Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Volvemos a poner en el molde, con un papel de horno limpio y sujetamos de nuevo con las pinzas para evitar que se salga la mousse al echarla.

Reservamos.

De la mousse de fresa:

Semi montamos la nata, reservamos en el frigo.

Trituramos las fresas junto al azúcar, el zumo de limón y el aroma.

Cocinamos la mezcla anterior unos 10 minutos a unos 90º C (sin que llegue a hervir). Colamos.

Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría.

Apartamos una cantidad de este puré de fresas y lo calentamos 1 minuto en el microondas a máxima potencia.

Sacamos e incorporamos la gelatina hidratada y escurrida, mezclamos bien.

Unimos con el resto del puré.

Esperamos que la mezcla se temple un poco a unos 35º C ó 40º C.

En ese momento empezamos a mezclarla con la nata que teníamos reservada poco a poco hasta que se integre bien con la espátula y movimientos envolventes.

Si deseamos podemos añadir un poco de colorante rojo para que tenga un color un poco más vivo.

Echamos la mousse en nuestro molde sobre el bizcocho base.

Lo llevamos al congelador unas 3 ó 4 horas.

Cuando esté congelado podemos retirar las pinzas que sujetan el papel al molde, ya que la propia mousse congelada hace que el molde no se mueva.

De la mousse de queso:

Semi montamos con las varillas o con la thermomix y la mariposa a velocidad 3,5 los 280g de nata de montar bien fría, reservamos en el frigo.

Con Thermomix:

Ponemos a hidratar la gelatina en un bol con agua fría.

Ponemos en el vaso el queso crema, junto al azúcar, los 90 g de nata y la miel, programamos unos 5 minutos a 60º C, velocidad 3.

Añadimos la gelatina escurrida. Mezclamos 1 minuto a velocidad 5.

Dejamos enfriar hasta que llegue a 35º C40º C.

Sin Thermomix:

Ponemos a hidratar la gelatina en un bol con agua fría.

Ponemos en un cazo al fuego a calentar o en un bol en el micro: el queso crema, junto al azúcar, los 90 g de nata y la miel. No ha de hervir.

Retiramos del fuego. Añadimos la gelatina escurrida. Mezclamos bien con varillas.

Dejamos enfriar hasta que llegue a 35º C40º C.

Una vez la mezcla haya alcanzado la temperatura deseada, la añadimos a la nata semi montada que teníamos reservada, mezclamos con suavidad y movimientos envolventes con una lengua.

Echamos la mousse sobre la de fresa que tenemos congelada.

Llevamos de nuevo al congelador toda la noche.

Para desmoldar, retiramos el papel y calentamos los laterales con un soplete de cocina hasta que se despegue el molde.

Lo retiramos con cuidado y llevamos de nuevo al congelador hasta el momento de glasear.

Si no vamos a glasear el mismo día, envolvemos bien la tarta en papel fiml y la conservamos en el congelador.

Del glaseado:

Con thermomix:

Ponemos en el vaso el agua con el azúcar y la glucosa, lo llevamos a ebullición (unos 5 minutos a temperatura 120º C o varoma, velocidad cuchara)

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría un par de minutos.

Las añadimos al vaso junto a la leche condensada, mezclamos 10 segundos a velocidad 3.

Sin thermomix:

Ponemos en un cazo a calentar el agua con el azúcar y la glucosa, lo llevamos a ebullición.

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría un par de minutos.

Retiramos el cazo del fuego y añadimos la gelatina hidratada y escurrida junto a la leche condensada, mezclamos bien con unas varillas

Con thermomix:

Añadimos el chocolate. dejamos reposar un momento y mezclamos 10 segundos a velocidad 3.

Incorporamos el colorante elegido, en este caso blanco y mezclamos de nuevo.

Sin thermomix:

Añadimos el chocolate. dejamos reposar un momento y mezclamos bien.

Incorporamos el colorante elegido, en este caso blanco y mezclamos de nuevo.

Dejamos enfriar nuestro glaseado hasta que llegue a unos 30º C ó 35º C.

Sacamos la tarta mousse del congelador, la colocamos sobre una rejilla con un recipiente abajo para recoger el sobrante y la bañamos con el glaseado.

Esta tarta lleva una «predecoración» con unas líneas de glaseado rojo que tenía preparado de otra ocasión.

Por el borde mernguitos rotos a trozos.

Dejamos descongelar en el frigo durante varias horas o durante todo un día o una noche, así nos aseguramos que no queda ninguna parte congelada en su interior.

Arriba de la tarta unas frutas rojas variadas, merenguitos enteros de color rosa y blanco y unas decoraciones en chocolate blanco salpicadas con colorante rojo alimentario diluido con un licor blanco como ginebra.

A pesar de llevar bastantes elementos en la decoración no queda muy recargada, ya que tiene un gran tamaño.



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