Panecillos sin gluten sin preparados panificables
En casa no practicamos una dieta sin gluten, ni por necesidad ni por modas. Sin embargo, al llevar tiempo haciendo pan y habiendo hecho alguna prueba de panes sin gluten, de vez en cuando siento la necesidad de saber más sobre el tema y seguir experimentando.
Es verdad que la textura de los panes sin gluten es bastante distinta y el sabor también, aunque podemos mejorarlos bastante añadiendo distintas harinas a una panificable o haciendo mezclas de varias harinas hasta encontrar la que nos convenza en cuanto a sus resultados.
Fuente: Cocina fácil sin gluten
Ingredientes: (para 8 panecillos)
- 50 g de almidón agrio de mandioca,
- 250 g de agua,
- 6 g de sal,
- 120 g de maizena o harina de maíz,
- 130 g de harina de garbanzos,
- 125 g de harina de trigo sarraceno o alforfón,
- 50 g de tahini,
- 5 g de levadura seca de panadería.
Elaboración:
Harinas sin gluten aparte de la de maíz, está la de garbanzos, la de trigo sarraceno, la de arroz, la de quinoa…
Las podemos encontrar molidas o si disponemos de un robot como la thermomix o similar, molerlas nosotros mismos.
Es muy sencillo, molemos a velocidad progresiva 5-10 durante un minuto, si la queremos más molida, repetimos otro minuto.
Lo que le falta a las masas hechas con harinas sin gluten es la elasticidad, una forma de conseguirla es con la harina agria de mandioca.
Ponemos en una cazo y calentamos moviendo todo el rato hasta que la mezcla se vuelva casi transparente y se despegue de las paredes.
Con thermomix ponemos los 50 g de harina agria de mandioca y el agua y programamos 5 minutos, 80º C, velocidad 2.
Dejamos enfriar bien en ambos casos, ya que si hiciésemos la mezcla enseguida podríamos estropear la levadura por el exceso de calor.
Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos bien.
Por último la levadura y volvemos a mezclar.
Sacamos la masa a la superficie de trabajo aceitado o enharinada, la dividimos en 8 trozos aproximadamente iguales.
Formamos barritas y les hacemos un corte.
Las dejamos reposar en una bandeja de horno con papel de hornear en un sitio alejado de corrientes hasta que doblen su volumen.
Precalentamos el horno a 200 º C, poniendo en su interior una olla con paños mojados para que genere vapor.
Horneamos unos 15 minutos o hasta que estén doraditos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Es verdad que aunque la textura no acaba de ser espectacular el sabor está bastante bien debido a las diferentes harinas y el toque del sésamos tostado.