Pan de molde con yogur y miel
Un pan de molde con una miga muy suave y esponjosa gracias a la técnica del Tang Zhong, ya usada en estos panecillos.
Tiene una textura que recuerda a los panes comerciales y un sabor fantástico.
Ideales para cualquier sandwich o para tostar, queda una tostada crujiente por fuera y blandita por dentro, un pan muy bueno sin duda.
Fuente: La cocina de los Elfos
Ingredientes: (para un molde de cake de 30 cm)
Para el Tang Zhong:
- 50 g de harina de fuerza,
- 250 g de agua.
Para la masa:
- El Tang Zhong,
- 500 g de harina de fuerza,
- 12 g de sal,
- 25 g de miel,
- 150 g de yogur natural sin azúcar,
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente,
- 5 g de levadrura seca de panadería.
Para pincelar:
- Un poco de leche.
Elaboración:
Elaboramos primero el Tang Zhong y dejamos que se temple.
Ponemos en un cazo los ingredientes del mismo y llevamos a fuego medio-bajo removiendo con las varillas durante unos 3 minutos hasta que espese, no tiene que hervir.
Ponemos el Tang Zhog en el bol de la amasadora y el resto de ingredientes, excepto la mantequilla.
Amasamos hasta que se integren bien.
Añadimos la mantequilla a trocitos y amasamos de nuevo hasta que la masa no se pegue a las paredes del bol.
Formamos una bola con la masa y la dejamos reposar dentro de un bol bien tapada hasta que doble su volumen.
Ha de quedar con una textura suave y lisa.
Una vez lo haya hecho, dividimos la masa en cuatro trozos iguales
O bien hacemos bolas o estiramos cada porción con un rodillo y luego las enrollamos.
Metemos en el molde.
Dejamos que doble el volumen de nuevo.
Cuando ya esté, precalentamos el horno a 220º C.
Horneamos durante unos 30 minutos en la altura siguiente por abajo a la parte central.
Si vemos que se nos tuesta demasiado por la parte de arriba (como me ha pasado en este pan) podemos poner un trozo de papel de aluminio, tapando el pan hasta que se termine de hacer.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando todavía está caliente, pincelamos el pan con la leche por la parte de arriba para darle brillo.
Una vez frío, a disfrutar de esa estupenda miga.
