Tarta mousse de leche merengada y café

Tarta mousse de leche merengada y café

Me encanta este tipo de tartas, es un postre distinto y algo más ligero que casi cualquier bizcocho, es también muy refrescante y aunque apetece en cualquier época del año, es ideal para cuando más calor hace, ya que apenas hay que encender el horno para prepararlas, sólo para la base, pero si incluso no queremos encenderlo podríamos ponerle la típica base de galletas con mantequilla, aunque he de decir que queda mucho más fina con la base de bizcocho plancha.

Otra de las cosas que adoro es que en su interior podemos poner un cremoso del sabor que nos apetezca y combine bien, en este caso el relleno es de café. Me costó un primer intento fallido en que tanto el interior como el exterior les faltaba un poco de sabor, pero con unos pequeños cambios quedó solucionado.

Una tarta muy rica que encantará a los amantes de esta deliciosa combinación de sabores.

Ingredientes: (para una tarta de 24 cm de diámetro)

Para el cremoso de café:

  • 165 g de nata de montar,
  • 165 g de leche,
  • 65 g de yema de huevo,
  • 30 g de azúcar,
  • 5 g de gelatina en hojas,
  • 40 g de café expreso doble (descafeinado),
  • 1 sobre de café soluble (descafeinado),
  • Colorante marrón en polvo (opcional).

Para el bizcocho:

  • 90 g de claras,
  • 50 g de azúcar,
  • 90 g de yemas,
  • 35 g de azúcar,
  • 20 g de miel,
  • unas gotas de aroma de limón o ralladura del mismo,
  • 35 g de harina de repostería,
  • 20 g de maizena.

Para la mousse de leche merengada:

  • 500 g de nata de montar bien fría,
  • 4 claras,
  • 315 g de leche condensada,
  • 10 g de gelatina en hojas,
  • 165 g de leche,
  • piel de 1 limón,
  • ralladura de un limón o aroma,
  • 1 rama de canela,
  • canela en polvo.

Para decorar:

  • Canela en polvo,
  • canela en rama,
  • piel de limón.

Elaboración:

Esta tarta lleva varias elaboraciones, pero como no se hace todo a la vez, tampoco es demasiado el trabajo teniendo en cuenta el buen resultado que da.

Para controlar bien las temperaturas de varias elaboraciones necesitamos un térmometro de cocina, si os gusta la repostería y la elaboráis habitualmente en casa, es muy necesario y no es un utensilio muy caro.

Del cremoso de café:

Con Thermomix (tm-5):

Hacemos el café y  lo mezclamos con el café soluble. Reservamos

Ponemos a hidratar la gelatina en en bol con agua fría.

Ponemos en el vaso la nata, las yemas, la leche y el azúcar. Programamos unos 5 minutos,  a 85º C, velocidad 2.

Notas: Con la thermomix 31 se podría hacer controlando la temperatura con un termómetro.

El tiempo es relativo, depende de la temperatura de los ingredientes, lo importante es que la mezcla ha de llegar a 85º C.

Escurrimos la gelatina. La añadimos al vaso, mezclamos 15 segundos, velocidad 3,5.

Incorporamos el café.

Sin Thermomix:

Hacemos el café y  lo mezclamos con el café soluble. Reservamos

Ponemos a hidratar la gelatina en en bol con agua fría.

Ponemos en un cazo al fuego la nata, las yemas, la leche y el azúcar. Removemos para que se vaya mezclando todo bien y no cuajen las yemas. La mezcla ha de llegar  a 85º C controlándolo con un termómetro de cocina.

Escurrimos la gelatina. La mezclamos removiendo bien con unas varillas.

Incorporamos el café.

Con Thermomix:

Mezclamos de nuevo 15 segundos a velocidad 3,5.

Si vemos que no queda de color muy oscuro que recuerde al café, podemos añadir un poco de colorante en polvo. Volvemos a mezclar.

Echamos en un molde o aro de unos 17 cm de diámetro, para que la forma quede mejor lo ideal es poner un acetato por el interior del molde o utilizar un molde de silicona. Congelamos.

Sin Thermomix:

Mezclamos de nuevo.

Si vemos que no queda de color muy oscuro que recuerde al café, podemos añadir un poco de colorante en polvo. Volvemos a mezclar.

Echamos en un molde o aro de unos 17 cm de diámetro, para que la forma quede mejor lo ideal es poner un acetato por el interior del molde o utilizar un molde de silicona. Congelamos.

Del bizcocho:

Precalentamos el horno a 200º C.

Por un lado montamos con varillas las yemas, los 35 g azúcar y la miel hasta que espumen.

Por otro, montamos las claras con las varillas a máxima velocidad o con la thermomoix, mariposa puesta, velocidad 3,5, cuando hayan empezado a montar, añadimos los 50 g de azúcar , seguimos montando hasta que tengan una consistencia firme.

Unimos ambas mezclas con una lengua y movimientos envolventes.

Añadimos la harina más la maizena tamizadas, seguimos mezclando igualmente con la espátula hasta que se integre del todo.

Echamos la mezcla sobre una bandeja de horno con papel de hornear.

La extendemos con una espátula.

Horneamos unos 12 ó 15 minutos hasta que la veamos dorada.

Le damos la vuelta sobre la encimera y retiramos el papel.

Con el aro del molde que vamos a utilizar para la mousse, marcamos y cortamos con un cuchillo afilado el tamaño que necesitamos.

Cuando esté frío, lo envolvemos en film y reservamos hasta que el interior se hay congelado y podamos seguir con la mousse.

Nota: con esta cantidad sale para una plancha tamaño bandeja de horno que nos sirve como para 2 bases y sólo necesitamos una, podemos aprovecharla para otra tarta o usar la mitad de ingredientes y un molde para hornear más pequeño.

De la mousse de leche merengada:

Semi montamos con las varilas o con la thermomix y la mariposa a velocidad 3, los 200 g de nata bien fría, reservamos en el frigo

Con Thermomix:

Ponemos a hidratar la gelatina en un bol con agua fría.

Ponemos en el vaso con la mariposa la leche con la peladura de limón y la canela en rama, programamos unos 5 minutos a 90º C, velocidad 3.

Quitamos la mariposa. Colamos.

Añadimos la gelatina escurrida. Mezclamos 20 segundos a velocidad 5.

Sin Thermomix:

Ponemos a hidratar la gelatina en un bol con agua fría.

Ponemos en un cazo al fuego a calentar la leche con la peladura de limón y la canela en rama. Cocinamos unos minutos para que infusione. Colamos

Retiramos del fuego. Añadimos la gelatina escurrida. Mezclamos bien con varillas.

Con Thermomix:

Incorporamos la leche condensada, la ralladura o aroma de limón y canela en polvo, mezclamos 20 segundosvelocidad 5. Reservamos en un bol.

Lavamos y secamos bien el vaso y con la mariposa puesta montamos las claras a punto de nieve a velocidad 4.

Sin Thermomix:

Incorporamos la leche condensada, la ralladura o aroma de limón y canela en polvo, mezclamos bien con varillas. Reservamos.

Con las varillas en la batidora o en un bol aparte, montamos las claras a punto de nieve.

Unimos la nata y las claras con una espátula y movimientos envolventes, hacemos lo mismo incorporando la preparación anterior hasta que esté bien integrado todo.

Desmoldamos el cremoso que tenemos congelado.

Ponemos la plancha de bizcocho que teníamos reservada, en el interior del molde de 24 cm forrado con un aro de acetato, echamos un poco de mousse de leche merengada encima, colocamos sobre ésta el disco congelado de cremoso de café y cubrimos con el resto de la mousse.

Congelamos hasta el día siguiente o de la mañana a la noche, depende de como nos hayamos organizado el trabajo.

Es mucho más sencillo desmoldar congelando que sólo refrigerando.

Para decorar no necesita demasiado: espolvoreamos la superficie con canela en polvo.

Con un par de ramas de canela y un poco de ralladura de limón, queda completa, no necesita más.

Dejamos descongelar en el frigo durante varias horas para poder comerla en perfectas condiciones.

Una vez descongelada podemos disfrutarla en buena compañía como fue en esta ocasión, gracias a parte de esta compañía, tengo esta última foto del corte, la hizo mi amiga Gemma de Cookies para todos, necesitaba la foto y ella que también se dedica a esto me entiende, je, je!



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