Panecillos Mini Pretzel

Panecillos Mini Pretzel

Una forma diferente de panecillos, que ya de por sí es un formato que da mucho juego.

Éstos son distintos tanto por su sabor debido a la mantequilla que llevan, que los hace deliciosos y recuerdan a los croisants, como por su forma típica de los Pretzel.

Son bastante fáciles de hacer al ser una masa muy manejable y nada pegajosa. Su forma que puede parecer complicada, no lo es en absoluto. Así que: ¡A hacer Pretzels!

Fuente: Entre chiquitines

Ingredientes: (para unos 20 panecillos)

  • 500 g de harina de fuerza,
  • 100 g de agua,
  • 40 g de azúcar,
  • 5 g de sal,
  • 3 g de levadura seca de panadería,
  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente.

Para la parte de arriba:

  • un huevo batido,
  • semillas de sésamo doradas.

Elaboración:

Ponemos en un bol el agua, el azúcar, la sal, la harina, y la levadura y mezclamos bien.

Añadimos la mantequilla cortada a daditos.

Amasamos bien hasta conseguir una masa homogénea que no se pegue a las paredes del bol.

Dejamos reposar en el mismo bol tapada con un film aceitado y unos paños limpios y secos hasta que doble su volumen.

Cuando haya levado, con la ayuda de la báscula, hacemos porciones de masa de unos 45 g cada una. Así salen pequeños, si los queremos más grandes los hacemos de un peso mayor.

Es una masa muy manejable, nada pegajosa, tanto que no hace falta poner nada de aceite en la encimera para que no se pegue. Esto es  debido a la cantidad de mantequilla que lleva.

Para formar los panecillos, cogemos un trozo de masa y le damos una forma inicial alargada, apoyamos ambas manos y vamos rodando la masa para que tenga forma de cilindro.

Hacemos el movimiento desde dentro hacia afuera con ambas manos (en la foto sólo sale una, porque la otra sujeta la cámara). Y vamos estirando hasta lograr la longitud deseada, unos 30 centímetros. Para no andar midiendo cada panecillo, podemos usar algún utensilio de cocina de medida similar y colocarlo cerca para comprobar la medida.

Hacer la forma es muy fácil: Recogemos un extremo y pasamos por encima como se ve en la imagen, hacemos lo mismo con el otro extremo.

Finalmente le damos una vuelta a los extremos para que se vuelvan a cruzar.

Depositamos con cuidado los panecillos en una bandeja forrada de papel de hornear.

Dejamos levar de nuevo en un lugar alejado de corrientes hasta que doblen su volumen.

Cuando hayan levado, los pincelamos con huevo batido y los espolvoreamos con  semillas de sésamo.

Precalentamos el horno a 180ºC y los horneamos durante unos 8 ó 10 minutos o hasta que los veamos dorados.

Los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Aunque están muy ricos tal cual y por su forma no lo parezca, se pueden abrir y rellenar perfectamente.

¡Buen provecho!



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