Galletas de espelta y chocolate
La espelta es un cereal mucho más antiguo que el trigo, durante una época dejó de utilizarse por su mayor dificultad a la hora de cultivarse, pero afortunadamente no se perdió del todo y poco a poco se ha ido recuperando su producción. La espelta contiene más proteínas, minerales, fibra y vitaminas que el trigo común, además es mucho más fácil de digerir.
Podemos usar su harina para elaborar cualquier pan y también para unas galletas de chocolate, así aparte de disfrutar de un delicioso alimento, nos beneficiamos de todas sus ventajas.
Ingredientes: (para unas 34 galletas)
- 120 g de chocolate postres,
- 120 g de mantequilla,
- 180 g de azúcar moreno,
- 2 huevos,
- 3 cucharadas de zumo de naranja,
- 320 g de harina de espelta integral,
- 40 g de de cacao en puro en polvo,
- 1 pizca de sal.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 175º C con el ventilador o a 180º C sin él.
Con thermomix:
Ponemos en el vaso el chocolate y la mantequilla, derretimos 5 minutos, 50º C, velocidad cuchara.
Cuando termine, ponemos la máquina en marcha a velocidad 2,5 e incorporamos el azúcar, los huevos y el zumo de naranja.
Sin thermomix:
Ponemos la mantequilla y el chocolate en un bol, lo derretimos al microondas a temperatura media.
Cuando termine, incorporamos el azúcar, los huevos y el zumo de naranja, mezclamos bien.
Con thermomix:
Tamizamos y mezclamos la harina, el cacao y la sal. Incorporamos al vaso con la máquina a velocidad 3 hasta que se mezcle bien todo.
Sin thermomix:
Tamizamos y mezclamos la harina, el cacao y la sal. Incorporamos al bol removiendo todo el rato hasta que se mezcle bien todo.
Sacamos la masa, la envolvemos en film y la dejamos en el frigo unos 30 minutos para que se enfríe y sea más fácil de manejar.
Con ayuda de la báscula, hacemos porciones de la masa de unos 27 gramos.
Hacemos bolas con cada porción y las colocamos en dos bandejas de horno con papel de hornear separadas entre sí.
Las aplastamos con el dorso de un vaso.
Las horneamos unos 12 minutos a 175º C. Las dejamos 5 minutos reposando en la misma bandeja.
Las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Una vez frías, sólo queda dar buena cuenta de ellas.