Phoskitos caseros

Phoskitos caseros

Los phoskitos son unos pastelitos industriales que llevan ya unos cuantos años en el mercado, no sé si en algún momento dejaron de fabricarse, hoy en día han vuelto a los anuncios y a ser objeto de deseo, sobre todo de los más pequeños.

Había visto muchas recetas de estos dulces por la red, algunas con el relleno distinto, pero en definitiva muy parecidas todas, sabía que algún día los haría, tener niños es la excusa perfecta para ello, ja, ja!

Es un dulce bastante sencillo, se hace  a partir de un bizcocho plancha que se enrolla a modo de brazo de gitano, se rellena, se trocea y se le da la cobertura de chocolate. Los pastelitos originales llevan la cobertura por ambas caras, podéis hacerlo así si os parece, aunque es más sencillo cubrir una sola, en cualquier caso quedan bastante conseguidos.

Ingredientes: (para 15 pastelitos)

Para el bizcocho:

  • 70 g de azúcar,
  • 4 yemas,
  • aroma de vainilla,
  • 50 g de aceite de girasol,
  • 50 g de leche,
  • 4 claras,
  • una pizca de sal,
  • 80 g de harina de repostería.

Para el relleno:

  • 100 g de nata de montar fría,
  • 80 g de leche condensada,
  • 20 g de miel.

Para la cobertura:

  • 200 g de chocolate postres,
  • 70 g de manteca de cacao (o en su lugar 50 g de agua + 50 g de mantequilla).

Elaboración:

Precalentamos el horno a a 160º C  (con ventilador ó a 170º C sin)

Tamizamos la harina, reservamos.

Pesamos juntas la leche y el aceite, mezclamos bien y reservamos.

Con thermomix:

Ponemos en el vaso las yemas con 30 g de la cantidad total de azúcar y la vainilla con la mariposa, batimos 3 minutos a velocidad 3.5.

Con la máquina en marcha a velocidad 2, incorporamos la mezcla de la leche y aceite por el bocal a chorro hasta que se integre todo.

Sin thermomix:

Ponemos en un bol o en el de la batidora las yemas con 30 g de la cantidad total de azúcar y la vainilla, batimos hasta que espumen.

Con la batidora en marcha a velocidad lenta o de forma manual, incorporamos la mezcla de la leche y aceite poco a poco a chorro hasta que se integre todo.

Por otro lado, ponemos a batir con las varillas las claras con la pizca de sal, cuando empiecen a espumar, añadimos los 40 g de azúcar restante.

Seguimos batiendo hasta que se formen picos suaves.

Ponemos un par de cucharadas de las claras montadas sobre las yemas, mezclamos para igualar texturas.

Vamos mezclando poco a poco las dos preparaciones, añadiendo las yemas a las claras y moviendo con cuidado con una espátula con movimientos envolventes.

Añadimos espolvoreando poco a poco la harina tamizada que teníamos reservada, mezclamos igualmente con cuidado y movimientos envolventes.

Volcamos la masa sobre una bandeja de horno con papel de hornear.

Extendemos bien con una espátula, procurando que quede una superfície uniforme.

Horneamos a 160º C  (con ventilador ó a 170º C sin) durante unos 15 minutos.

Volcamos la plancha de bizcocho sobre otro papel de hornear nuevo, retiramos el de la base.

Recortamos los lados para que queden lo más rectos posibles.

Enrollamos la plancha con el papel de horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.

Mientras se enfría, preparamos el relleno:

Ponemos en un bol la miel y la leche condensada, mezclamos.

Montamos la nata.

Unimos ambas preparaciones poco a poco mezclando con una lengua y movimientos envolventes.

Extendemos bien la crema por toda la superfície del bizcocho.

Enrollamos el bizcocho procurando que quede apretado.

Lo envolvemos con el papel de horno y lo llevamos al frigo por una hora más o menos.

Pasado ese tiempo con un cuchillo hacemos rebanadas de bizcocho relleno de unos 2 centímetros de grosor.

Las reservamos en el frigo.

Preparamos la cobertura:

Fundimos el chocolate blanco con el micro a intervalos de 30 segundos a temperatura máxina o al baño María.

Hacemos lo mismo con la manteca de cacao o con la mantequilla y el agua.

Unimos el chocolate y la manteca derretidos.

Dejamos templar unos instantes.

Colocamos los pastelitos sobre una rejilla con una bandeja o papel film debajo para recoger el sobrante.

Los bañamos con la cobertura.

Una vez solidifique la cobertura ya están listos para comer.

Los conservaremos en el frigo.

¡A disfrutar de las meriendas!



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *