Patatas Picayo

Hace muchos años, cuando la tele era en blanco y negro, muchos domingos antes de comer, mis padres nos llevaban a “tomar el vermú” (los niños mirinda). Uno de mis bares favoritos para tan suculento acto, era el bar Picayo. Un pequeño bar familiar justo al lado de mi casa, donde hacían estas patatas como nadie, y es por eso que yo las llamo así.

Sencillas de preparar pero con un aspecto y sabor espectacular.

Ingredientes:

• Patatas,
• ajo,
• perejil,
• zumo de limón,
• pimentón dulce,
• pimentón picante,
• aceite,
• sal.

Elaboración:

Pelamos las patatas, las cortamos a rodajas y las freímos en aceite de oliva.
Mientras en un mortero picamos los ajos con la ayuda de una pizca de sal. Agregamos el perejil picado y lo machamos también. Luego ponemos el zumo de limón y por último el pimentón dulce y picante a quien le guste.
No pongo cantidades porque creo que aquí cada uno tiene su gusto, el mío es encontrar el equilibro entre el picante del ajo y pimentón con el ácido del limón.

Para acabar extendemos las patatas sobre una fuente amplia para evitar que las rodajas no se monten mucho entre ellas y se salan al gusto. Del aceite de haber frito las patatas, todavía caliente, sacamos con un cazo una cantidad generosa y la vertemos en el mortero con el resto de picadillo (ojo, salpicará un poco). Se remueve bien y se reparte con una cuchara por encima de las patatas.

Opcionalmente, se aliña un tomate trinchado en un plato, se abren una cervecitas bien frías…

¡Y a disfrutar!