Pan hojaldrado
El pan hojaldrado es del tipo de panes como el girasol, porque lleva grasa entre capas de pan, aunque estas barras son mucho más sencillas de elaborar, el resultado son unos panes muy sabrosos con una miga suave y esponjosa y una corteza fina y crujiente.
El aspecto hojaldrado se consigue gracias a la mantequilla, también se podría utilizar aceite, incluso aromatizar éste, para quien la mantequilla no sea su sabor favorito o no pueda comerla por diversos motivos. El hojaldrado con aceite no queda tan divido, pero también sale.
Unos panes ideales para regalar o regalarse a uno mismo/a.
Fuente: Cosas de Chari
Ingredientes: (para 2 panes)
Para el prefermento:
- 100 g de harina de fuerza,
- 60 g de agua,
- 1 g de levadura seca de panadería.
Para la masa final:
- 200 g de harina de fuerza,
- 110 g de agua,
- 5 g de sal,
- el prefermento,
- 20 g de mantequilla,
- 3 g de levadura seca de panadería.
Para pincelar:
- 100 g de mantequilla derretida (no muy caliente).
Elaboración:
Lo primero será preparar el prefermento, para ello, mezclamos sus ingredientes, amasamos un poco y formamos una bola que dejaremos reposar toda la noche en el frigo o hasta que doble su volumen.
Cuando esté listo, mezclamos con el resto de ingredientes de la masa.
Amasamos hasta que la masa no se pegue a las paredes del bol.
Formamos una bola y la dejamos reposar en un lugar cálido alejado de corrientes hasta que doblen su volumen.
Cuando lo haya conseguido, sacamos la masa a la superfície de trabajo, la dividimos en dos partes iguales, las aplastamos y estiramos dándole forma de rectángulo.
Estiramos cada parte en rectángulos de 25 cm x 35 cm aproximadamente con la ayuda del rodillo.
Las pincelamos con mantequilla derretida.
Hacemos un pliegue doble. Para ello doblamos primero una parte de la masa hacia el centro.
Después la otra parte de la masa hacia el centro también.
Pincelamos de nuevo la superfície con mantequilla y doblamos por la mitad.
Estiramos de nuevo con el rodillo en forma de rectángulo hasta que esté muy fina (menos de 1/2 cm de grosor).
Volvemos a pincelar con la mantequilla.
Enrollamos desde un lado hacia el otro, apretando un poco.
Dejamos la unión en la parte de abajo, ponemos los rollos sobre una bandeja de horno con papel de hornear.
Hacemos un corte en la parte de arriba bastante profundo sin llegar del todo a los extremos.
Dejamos levar de nuevo hasta que doble su volumen, precalentamos el horno a 200º C.
Untamos la superfície con mantequilla derretida.
Horneamos a 200º C unos 30 minutos o hasta que los veamos dorados.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Muy ricos y además bonitos.