Croquetas de paella
Las croquetas al fin y al cabo, suelen ser una forma de aprovechamiento como las típicas que se hacen con los sobrantes del cocido. Ya puestos ¿por qué no aprovechar las sobras de una paella?
La idea es que el sabor se note, no acaba de predominar, pero sí recuerda en el fondo a la paella, para que sea así la bechamel no lleva cebolla ni nuez moscada o pimienta.
Quedan muy ricas y al estar todo triturado, los niños que apartan la verdura de la paella, la comen encantados.
Fuente: thermomix
Ingredientes: (para unas 80 croquetas)
- 200 g de paella (sobre todo pollo deshuesado y verduras, no hace falta que quede mucho arroz),
- 50 g de aceite de oliva,
- 100 g de mantequilla,
- 170 g de harina de todo uso,
- 800 g de leche,
- sal,
- huevo batido,
- pan rallado,
- aceite para freír.
Elaboración:
Picamos con la picadora o con la thermomix la paella bien fina. Reservamos.
Con thermomix:
Ponemos en el vaso el aceite y la mantequilla. Programamos 3 minutos, varoma, velocidad 1.
Agregamos la harina, cocinamos 3 minutos, a 100º C, velocidad 2.
Incorporamos la leche.
Sin thermomix:
Ponemos en un cazo el aceite y la mantequilla. Calentamos hasta que se derrita la mantequilla.
Agregamos la harina, cocinamos unos minutos a fuego fuerte moviendo todo el rato con varillas para que no se pegue.
Incorporamos la leche poco a poco.
Con thermomix:
Mezclamos 10 segundos a velocidad 6. Añadimos dos cucharadas de paella triturada.
Cocinamos 7 minutos, temperatura varoma a velocidad 4.
Agregamos el resto de paella, mezclamos con una espátula.
Sin thermomix:
Vamos añadiendo leche hasta terminarla, removiendo con unas varillas constantemente para que no se formen grumos, cocinamos hasta conseguir una consistencia espesa.
Agregamos la paella triturada, mezclamos con una espátula.
Vertemos a una fuente previamente humedecida y extendemos la masa para que se enfríe tapándola con un film a piel.
Dejamos en el frigo hasta el día siguiente.
Ponemos masa en una manga pastelera, cortamos la punta de la misma del grosor deseado.
Preparamos un plato hondo con huevo batido y otro con pan rallado.
Vamos formando croquetas, rebozándolas primero en el huevo y luego en el pan.
Reservamos en un plato.
Las freímos en abundante aceite caliente y las pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Comemos. ¡Muy ricas!
