Bizcocho de claras y mandarinas
Me encantan las recetas de repostería en las que se utiliza las frutas y/o zumo de las mismas en su elaboración. Ganan en sabor, aroma y son más sanas.
Este bizcocho lleva zumo de mandarinas y aceite en lugar de leche y mantequilla que suelen llevar otros bizcochos, por lo tanto es ideal para aquellas personas alérgicas o intolerantes a la leche de vaca.
Queda muy esponjoso y con un rico sabor, para comer sólo o acompañado de un poco de chocolate.
Ingredientes: (para un molde de 20 cm de diámetro)
- 4 claras de huevo,
- 150 g de azúcar,
- 150 ml de zumo de mandarina,
- ralladura de naranja y limón o unas gotas de esencia de limón y naranja,
- 100 ml de aceite de oliva,
- 200 g de harina de repostería,
- 16 g de levadura química.
Para decorar:
- Ganaché de chocolate blanco o negro (opcional).
Elaboración:
Lo primero que haremos será el zumo de mandarinas.
Obtenemos después la ralladura de limón y naranja, evitando la parte blanca de la piel, ya que amarga.
Tamizamos en un bol la harina junto a la levadura. Reservamos.
Pesamos el azúcar que necesitaremos.
Ponemos las claras en un bol y con la batidora eléctrica de varillas vamos batiendo a velocidad lenta primero y a media después hasta que estén montadas. Una vez montadas le añadimos el azúcar y seguimos batiendo, el azúcar le dará brillo.
Cuando esté integrado, añadimos el aceite, mezclamos bien muy lentamente.
Incorporamos el zumo de mandarina, volvemos a mezclar. Después las ralladuras o los aromas, mezclamos igualmente muy lentamente. Añadimos la harina junto a la levadura tamizada y mezclamos bien con una espátula.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Engrasamos un molde desmontable y le ponemos papel de hornear si el molde es de los que se pegan en exceso como ocurre en mi caso. Echamos la mezcla dentro.
Horneamos a 180º C, unos 40 minutos. Los primeros 10 minutos estuvo con calor arriba y abajo, luego lo dejé sólo con calor en la parte de abajo unos 20 minutos y los últimos 10 minutos volvió a estar el calor en ambas partes, según vi que se iba dorando o no.
Una vez horneado, lo dejamos reposar 5 minutos y desmoldamos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
¡¡¡Esponjoso, esponjoso…!!!
No es necesario, pero si queremos podemos «adornar» alguna porción con ganaché de chocolate negro medio diluido por encima. Me encanta este aspecto tan sugerente.
Con choco blanco tampoco está mal.
¡Buen provecho!