Bizcochitos de verano
De verano, primavera, otoño o invierno, qué más da, se pueden comer en cualquier estación.
Lo único que es de verano es la decoración que podemos adaptar o comer sin decorar, tal cual, que para eso están muy ricos.
No llevan huevo, están hecho con harina Yolanda, probé hace poco en un rebozado de morcilla y vi que sirve también para repostería con muy buen resultado, como había leído, quedan realmente esponjosos.
Unos bizcochitos para compartir y disfrutar.
Fuente: receta básica paquete Yolanda adaptada.
Ingredientes: (para 7 bizcochitos de 7cm x 7 cm)
- 200 g de harina Yolanda,
- 50 g de cacao puro,
- 125 g de azúcar moreno,
- 250 ml de leche,
- 3 cucharadas de aceite de girasol,
- ralladura de naranja o unas gotas de esencia de naranja,
- 1/2 sobre de levadura química,
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato.
Para la decoración:
- Galleta triturada,
- chocolate postres blanco,
- fondant.
Elaboración:
De los moldes:
Podemos usar moldes de silicona o los que tengamos.
Como buscaba un tamaño mayor de los que tengo, los hice con papel de horno.
Es muy sencillo.
Recortamos cuadrados de 15cm x 15 cm de papel de hornear.
Les maracamos el centro doblando las puntas contrarias de ambos lados.
Lllevamos doblando en recto hacia el centro cada lado.
Doblamos de nuevo los lados restantes hacia el centro.
Desplegamos y doblamos las puntas hacia afuera en dos lados paralelos.
De la masa:
Precalentamos el horno a 180º C.
Batimos la leche con el aceite, el aroma o ralladura y el azúcar hasta que estén bien integrados.
Aparte, en otro bol, tamizamos la harina, el cacao, la levadura y el bicarbonato.
Mezclamos con una cuchara.
Añadimos esta mezcla a la anterior y batimos hasta conseguir una masa homogénea.
La repartimos entre nuestros moldes.
Para que queden más firmes los moldes de papel, podemos ponerlos unos junto a los otros y si queda hueco usar otros que tengamos, en este caso de silicona con un poco de agua para que no se estropeen.
Horneamos a 180º C calor arriba y abajo unos 20 minutos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Podemos dejarlos tal cual o decorarlos con chocolate blanco derretido, galleta triturada a modo de arena, unas chanclas sencillas de fondant y unas sombrillitas de papel de las que se usan para adornar algún helado o bebida.
Ricos y esponjosos, esponjosos. ¡Buen provecho!