Panecillos de cerveza y aceite

Panecillos de cerveza y aceite

Unos panecillos siempre van bien para una merienda o para los bocadillos de media mañana en el cole para los niños, si los hacemos caseros  ya es todo un lujo que no cuesta mucho conseguir, sólo es ponernos con tiempo para que la masa leve y si no tenemos tiempo en un sólo día, la podemos hacer por la noche y dejar que leve lentamente en el frigo y así el día siguiente continuar tranquilamente con el proceso.

Éstos en lugar de agua llevan cerveza y aceite de oliva, lo que confiere a los panes un fácil manejo de su masa y un posterior resultado esponjoso por dentro y crujiente por fuera.

Unos panecillos estupendos con los que disfrutar toda la familia.

La cantidad de agua que añadimos a la masa es orientativa, ya que no todos los tipos y marcas de harinas tienen la misma capacidad de abosorción. Lo mismo pasa con la cantidad de levadura, depende de en la época del año que estemos y de la temperatura que haga, con el frío necesitaremos poner más cantidad que cuando hace calor.

Ingredientes: (para 20 panecillos)

  • 850 g de harina de fuerza,
  • 560 g de cervez (aprox.),
  • 50 g de aceite de oliva,
  • 17 g  de sal,
  • 12 g levadura fresca de panadería o 5 de la seca (aprox.).

Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en un bol o en el de la amasadora, los mezclamos bien y amasamos hasta que no se pegue a las paredes del bol.

Formamos una bola con la masa, la metemos de nuevo en el bol y la dejamos levar tapada con film aceitado en un lugar alejado de corrientes.

Si tenemos tiempo podemos dar un par de pliegues a la mas mientras está levando, llevando la masa desde los lados hacia el centro.

Cuando haya doblado su volumen, sacamos la masa del bol.

La dividimos en porciones de unos 70 g. Formamos bolitas con ellas.

Les damos forma alargada a las bolitas recogiendo la masa hacia abajo. Con los laterales de las manos giramos las puntas para pronunciarlas.

Dejamos levar sobre la bandeja de horno forrada con papel de hornear en un sitio cálido.

Cuando hayan doblado su volumen, precalentamos el horno a 220º C.

Justo antes de meterlos en el horno los espolvoreamos con harina y les hacemos un corte a cada lado.

Horneamos unos 20 minutos a 220º C.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez fríos, ya podemos abrirlos y disfrutar rellenándolos o no.



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