Galletas de avena y chocolate
Casi siempre tenemos galletas caseras en casa, para merendar varias de ellas o complementar con fruta o bocadillo. Y nos gusta cambiar de vez en cuando, por lo que vamos probando distintas recetas. Éstas nos han gustado mucho y las repetiremos seguro.
Son unas deliciosas galletas, con un agradable sabor a chocolate y textura crujiente gracias a la avena, que a su vez hacen de ellas un sano tentenpié.
Ingredientes: (para unas 26 galletas de unos 30g)
- 125 g de mantequilla a temperatura ambiente,
- 200 g de azúcar moreno,
- 1 huevo,
- 120 g de harina de repostería,
- 125 g de copos de avena,
- 2 cucharadas de leche,
- 1/2 cucharadita de levadura química,
- 1/2 cucharadita de bicarbonato,
- 1 cucharadita de esencia de vainilla,
- 1/2 cucharadita de canela,
- 160 g de gotas de chocolate.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º C.
Con la ayuda de las varillas eléctricas, batimos la mantequilla hasta que tenga una consistencia cremosa.
Añadimos el azúcar moreno, los huevos, la leche y la esencia de vainilla y seguimos batiendo hasta que se integre todo.
En un bol aparte tamizamos la harina junto con la levadura, el bicarbonato y la canela y lo mezclamos bien con una espátula.
Y lo vamos añadiendo a la mezcla anterior poco a poco hasta que se integre por completo.
Incorporamos la avena y la mezclamos bien con una espátula.
Hacemos lo mismo con las gotas de chocolate.
Con las manos aceitadas para que no se nos pegue la masa, vamos haciendo bolas de unos 30 gramos y las dejamos sobre una bandeja forrada de papel de hornear suficientemente separadas unas de otras. No necesitamos aplastarlas, ya se esparcen solas en el horno.
Necesitaremos dos bandejas, mejor hornear una cada vez para que se hagan bien.
Horneamos a 180º C, unos 12 minutos, vigilando, puesto que las galletas es fácil que pasen de estar hechas a quemadas en pocos minutos.
Se expanden bastante, a mi incluso se me pegaron unas con otras, para separarlas es mejor hacerlo recién salidas del horno, cuando la masa todavía está algo blandita.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.