Galletas con pistacho, chocolate y sal

Galletas con pistacho, chocolate y sal

Estas galletas además de estar realmente buenas, adictivas diría yo, tienen algo de especial, no sólo su sabor y textura sino su significado.

He pasado casi todo el verano leyendo lo ricas que están y cómo iban haciéndolas unas amigas, primero unas, luego otras y todas lo corroboraban, lo que no hacía más que provocar que las quisiera probar, estas amigas no las tengo cerca físicamente, pero sí presentes a diario, es lo que tienen los nuevos medios, nos unió hace ya un tiempo mama convergente, casi sin darnos cuenta se ha creado este vínculo, raro es el día que no sepamos las unas de las otras, nos apoyamos y alentamos cuando lo necesitamos, compartimos nuestros días y eso es algo muy valioso que hace que tenga una sonrisa sólo de saber que están ahí.

Fuente: Sweet Manía

Ingredientes: (para unas 46 galletas de unos 6 centímetros de diámetro)

  • 115 g de mantequilla a temperatura ambiente,
  • 115 gramos de azúcar moreno,
  • 115 gramos de azúcar blanco,
  • 1 huevo M (mediano),
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (al gusto),
  • 150 g de harina de repostería,
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato,
  • 1/4 cucharadita de sal fina,
  • 200 g de chocolate en gotas,
  • 115 g de pistachos (peso pelado, sin pelar serán unos 200 g aprox).
  • sal gruesa para espolvorear por encima.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 160º C.

Pelamos y picamos los pistachos con una picadora.

Ponemos en el bol de la amasadora, los dos tipos de azúcar junto con la mantequilla, batimos bien.

Añadimos el huevo  y la esencia, batimos de nuevo.

En un bol aparte tamizamos la harina con el bicarbonato y la sal, mezclamos e incorporamos a la masa anterior batiendo hasta que se integre por completo.

Agregamos el chocolate en gotas y los pistachos picados.

Mezclamos a muy baja velocidad hasta que esté bien repartido todo.

Vamos depositando sobre una bandeja con papel de hornear porciones de masa en forma de pegotes bien separados unos de otros, ya que luego se expandirán en el horno.

Para conseguir porciones similares sin necesidad de pesarlas con la báscula, podemos utilizar una cucharilla medidora de 1 cucharadita.

Espolvoreamos un poco de sal gruesa por encima de cada pegote de masa.

Horneamos a 160º C durante unos 12 ó 15 minutos o hasta que veamos sus bordes dorados.

Cuando las saquemos del horno las dejamos 5 minutillos sobre la misma bandeja, luego pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.

Con esta cantidad de masa salen muchas galletas, pero no es ningún problema porque al estar tan ricas duran muy poco. ¡A vuestra salud!