Fondue de queso

Fondue de queso

Hace ya tiempo que tenemos en casa un set para Fondue, de éstos que van sobre un plato giratorio con su infiernillo de alcohol y sus tenedores y bolecitos a juego. Aunque el caquelón, la cazuela donde se ponen los ingredientes no es de barro refractario, sí es de hierro fundido, por lo que mantiene muy bien el calor. Este set, lo utilizaba bastante cuando por aquella época que no tenía niños, apenas cocinaba, comparaba de los preparados que venden para esto.

Unos años después, cuando los niños ya no son tan pequeños, por lo que da menos miedo que se quemen con el utensilio y se cocina mucho más , por fin volví a darle uso, con las ganas que tenía, aunque la verdad que tampoco hay que cocinar mucho, ya que es una receta de lo más sencilla. Además es muy divertido compartir este tipo de comida en familia y ver quien pierde más «barquitos» en el mar de queso.

Fuente: Directo al Paladar

Ingredientes: (para 4 personas)

  • 200 g de queso emmental,
  • 200 g de queso gruyere,
  • 300 ml de vino blanco seco,
  • pimienta blanca molida,
  • nuez moscada,
  • 1 cucharada de maizena,
  • un diente de ajo.

Para acompañar:

  • 2 patatas medianas,
  • pan,
  • manzana..

Elaboración:

Como la preparación del queso en sí, es bastante rápida, lo suyo es preparar primero el acompañamiento, el pan lo cortamos en trozos pequeños, podemos tostarlo un poquito sin pasarnos si nos gusta más así.

La patata la cocemos al vapor o en agua lavada y con piel hasta que la veamos blanda, luego pelamos y cortamos a dados.

Rallamos o picamos algún queso si lo hemos comprado ya rallado.

Pelamos y restregamos el diente de ajo por las paredes del caquelón.

Ponemos casi todo el vino en el caquelón, reservamos un poco para diluir en él la maizena.

Llevamos a ebullición el vino, añadimos el queso, la maizena diluida en vino, la pimienta y la nuez moscada al gusto.

Vamos removiendo hasta que se forme una pasta uniforme.

Si decidimos acompañar de fruta como la manzana, la pelamos y cortamos a dados en el último momento.

Sólo queda que los comensales se sienten a la mesa y que cada cual elija con qué mojara en el queso.

¡Buen provecho!



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