Tarta Doraemon y Nobita

Tarta Doraemon y Nobita

Otra tartita para celebrar el quinto cumpleaños de mi peque, junto a los personajes de Phineas y Ferb con los que hice su otra tarta, estos son de los que más le gustan.

Como era para la celebración familiar y no quería que sobrara mucha, la hice pequeña, de veinte centímetros de diámetro, parece mentira lo que cabe en tan poco espacio.

Intentando recrear un poco la estética de la serie de dibujos animados, los personajes son más sencillos y el resto del paisaje tiene más detalle.

El bizcocho es de chocolate, relleno de dulce de leche y ganaché de chocolate negro, recubierto de ambos también, una combinación deliciosa.

Ingredientes: (para una tarta de 20 centímetros de diámetro)

Para las estructuras de RKT:

  • 150 g de cereales de arroz inflado chocolateado,
  • 150 g de nubes (no importa el color),
  • un poquito de margarina,
  • brochetas de madera.

Para el bizcocho:

  • Ingredientes del bizcocho de chocolate húmedo de las Tartas de Mariana y elaboración: AQUÍ.

Para el relleno:

  • ganaché de chocolate negro: (podemos ver su elaboración en esta receta)
    • 200 ml de nata de montar,
    • 200 g de chocolate postres.
  • dulce de leche.

Para la decoración:

  • Fondant de miel de colores: verde, gris marrón claro y oscuro, color piel, azul claro y oscuro, amarillo, rojo, naranja, blanco y negro.
  • Rotulador comestible negro.
  • Colorantes alimentarios en gel azul y rojo diluidos en alcohol blanco (ginebra).

Elaboración:

Siempre que hago una tarta decorada, me gusta hacer un boceto de la idea, para ver como queda gráficamente y poder utilizarlo como guía.

Una vez está clara la idea, voy trabajando en lo que pueda hacer con antelación al día en el que ha de estar lista la tarta.

El modelado de las figuras se puede hacer antes, para luego sólo tener que montar la tarta y rematar los detalles.

Esta vez hice las estructuras con RKT, que no es más que una mezcla de cereales y nubes, al pesar poco sirve para que estructuras grandes queden más ligeras.

En este caso no son grandes estructuras, pero tenía ganas de probar cómo se trabaja este material y si quitan peso me pareció ideal para poner bastante decoración en una tarta pequeña.

Saqué mucha información sobre el RKT, AQUÍ.

Es muy fácil de hacer, se unta un cazo con un poco de margarina, se echan las nubes y se lleva al fuego hasta que se derritan, luego se aparta del mismo y se añaden los cereales, se mezcla bien, se deja templar un poco y se maneja con las manos húmedas.

Para hacer las estructuras de los árboles cogemos una parte de RKT y le damos forma de tronco, no ha de quedar perfecta, y le insertamos una brocheta de madera partida por la mitad, para que sea más corta. Luego hacemos la copa del árbol que tampoco ha de tener una forma demasiado concreta. Y la clavamos en la brocheta por arriba del tronco.

Para que la estructura de RKT no se deshaga hay que asegurarse de apretar bien, pero en el caso de los árboles no lo está mucho para aprovechar la textura de los propios granos de cereal.

Los muñecos en un principio iban a ser sólo de fondant, pero visto el resultado de los árboles, decidí hacer su estructura con RKT, en estas figuras sí muy apretado con las manos húmedas para que se notase lo menos posible la textura.

Los setos de nuevo están hechos sin apretar demasiado.

Una vez terminadas las estructuras, las clavamos con las brochetas que llevan en un trozo de poliexpan para que se sequen.

Ya podemos pasar a cubrir las estructuras con fondant.

Los colores se pueden tener preparados unos días antes ya que es algo que entretiene bastante, y aunque se pueden ir haciendo sobre la marcha, prefiero tener ese trabajo adelantado.

Los setos y las copas de los árboles los cubrimos con fondant de color verde. Los troncos los dejamos para poner en el momento del montaje, ya que han de quedar por encima del suelo.

Empezamos con Nobita, al estar hecho de esta manera, sólo hay que forrarlo por partes.

Primero la cabeza y las piernas. Podemos poner ahora los detalles de la cabeza o más tarde.

Los ojos y cejas están hechos con rotulador comestible.

Luego la ropa.

Hacemos los bracitos con los dos colores.

Los colocamos en el cuerpo pegándolos con un poco de agua con un pincelito limpio.

Ponemos papel de cocina o film transparente para que mantengan la forma hasta que se sequen.

Los zapatos podemos hacerlos si no falta mucho para colocar las figuras en la tarta para que no se sequen demasiado y sea fácil acoplar la forma.

Con la otra figura procedemos de manera similar.

Forramos la cabeza y cuerpo de azul ajustando el fondnat a la forma.

Luego los detalles en blanco y rojo.

Ojos y bigotes con rotulador comestible

Le añadimos los brazos de dos colores y pegamos igualmente con agua y un pincel.

Los detalles de la boca y pies.

Sin olvidarnos del cascabel y la colita.

Para montar la tarta, una vez hecho el bizcocho, lo rellenamos partiéndolo en tres capas.

Rellenamos la primera capa de bizcocho con dulce de leche y encima ganaché de chocolate negro montado.

Lo mismo con la segunda capa.

Tapamos con la última capa y la recubrimos con dulce de leche y ganaché de chocolate hasta que quede más o menos igualada.

Una vez terminada, la llevamos al frigo unas horas o toda la noche para que la cobertura y rellenos cojan consistencia.

Ya podemos cubrirla con el fondant.

Estiramos un círculo sólo un poco más grande que el diámetro de la tarta, ya que luego va por alrededor otro color. No hace falta que quede muy liso, ya que al ser la hierba da un poco igual. Hacemos con la punta de una boquilla marcas para darla algo de textura de hierba.

Ponemos el camino en medio y dibujamos las baldosas con una esteca.

Estiramos un rectángulo largo de fondant gris y lo colocamos alrededor de la tarta, cortando lo que sobre en recto con unas tijeras de cocina. Marcamos con un cuchillo el dibujo de los ladrillos.

Colocamos los setos, forramos los troncos de los árboles, dándole textura con una esteca, los clavamos en la tarta y manchamos un poco las zonas verdes con colorante amarillo en polvo y una brochita seca, para darle diversas tonalidades al color.

Y colocamos los personajes. La tarta podía haber quedado así, pero me apetecía darle un poco más de realismo al paisaje.

Con colorantes rojo y azul en gel mezclados, diluidos en ginebra y un pincelito pequeño, le damos toques de sombras donde queramos destacar los detalles.

Para rematar unas flores pequeñitas de diversos colores hechas con cortadores con expulsor y unas piedras.

Y el nombre del cumpleañero sobre la base.

El resultado final me gustó bastante, ha sido una tarta hecha con tiempo en la que he podido probar diversas técnicas de las que siempre se aprenden mucho y se ven las múltiples posibilidades que tienen para futuros proyectos.

Y el suave bizcocho con esos rellenos, una delicia ¡Lo recomiendo!



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