Tarta arco-iris

Tarta arco-iris

Esta tarta la había visto en varias ocasiones y me parecía muy bonita, además de muy interesante el contraste entre la tarta entera y luego cortada.

Es entretenida de hacer, y hay que hacerla con tiempo, primero para hacer la masa del bizcocho que hay que dividir y teñir, para posteriormente hornear las planchas. Y el relleno-cobertura podemos hacerlo en dos fases, esperando a que la primera capa de cobertura esté firme para poder añadir más e igualar la superficie mejor.

Tiene un sabor muy suave debido a lo esponjoso del bizcocho y a la cobertura que no es excesivamente dulce, podemos añadir más azúcar si nos gusta más dulce, pero como no es nuestro caso yo le puse esa cantidad.

Fuente: mundorecetas

Ingredientes: (para un molde de 20 cm de diámetro)

Para el bizcocho: (de yogur)

  • 3 huevos,
  • 1 yogur natural (el bote vacío servirá de medida para los demás ingredientes),
  • 2 medidas de azúcar,
  • 3 medidas de harina de repostería,
  • 1 medida de aceite de girasol,
  • la ralladura de la piel de un limón,
  • 1 sobre de levadura química.

Para teñir:

  • Colorantes alimentarios

Para el relleno y cobertura:

  • 625g de queso de untar,
  • 250ml de nata de montar,
  • 340g de azúcar.

Para el almíbar:

  • 200ml. de agua,
  • 100g de azúcar moreno,
  • un chorro de zumo de limón,
  • 1 cucharadita de azúcar avainillado.

Elaboración:

Del bizcocho:
Ponemos los ingredientes en el bol de la batidora a la vez que los pesamos para poder dividirla luego en partes iguales.

Mezclamos bien los ingredientes con la batidora de varillas.

Dividimos la masa en 7 partes iguales, redondeando un poco el peso por los posibles restos que se van quedando en el bol, a mi me salía cada parte de unos 124g y los hice de 120g. Para ello nos ayudamos de la báscula y la vamos separando la masa en varios boles.

Teñimos la masa de cada bol del color correspondiente (rojo, naranja, amarillo, verde azul, añil y violeta) mezclando bien los colorantes con la masa, yo utilicé colorantes líquidos de la marca vahiné, no quedan unos colores tan vivos como si se utilizan en gel o en pasta, pero sirven perfectamente.

Ponemos una parte de masa coloreada en un molde forrado de papel de hornear, teniendo cuidado en repartirla bien para que quede igualada.

Horneamos las planchas de cada color por separado en el hormo precalentado a 180ºC, durante unos 5 ó 7 minutos vigilando de vez en cuando, ya que al ser una plancha fina es más fácil que se queme.

Dejamos enfriar todas las planchas de colores en una rejilla.

Después de hornearlas el color de cada plancha de bizcocho es bastante menos intenso, pero vuelven a recobrar intensidad con el almibarado y relleno posterior.

Del relleno-coberura:

Montamos la nata, cuando esté casi montada añadimos la mitad del azúcar (170g), y seguimos montando hasta que esté firme, reservamos.

Batimos bien con las varillas eléctricas el queso de untar con la otra mitad del azúcar (170g) hasta que esté bien mezclado.

Añadimos esta mezcla a la nata montada con movimientos suaves y envolventes con la varilla de mano, hasta que esté bien integrado.

Montaje:

Para igualar las planchas de tamaño, puesto que a mi no me quedaron muy igualdas las puse sobre un papel de horno y encima del bizcocho un plato de diámetro parecido y recorté con un cuchillo lo que sogresalía del plato, así con todas.

Ponemos sobre una fuente o base para tartas la primera plancha de bizcocho, empezando por el color morado. La mojamos con el almíbar con ayuda de un pincel de cocina y la untamos bien de relleno, intentando nivelar para que quede recto si la plancha no nos ha salido del todo recta su superficie.

Proseguimos con las siguientes planchas por este orden (añil, azul, verde, amarillo, naranja y por último, rojo. Mojando de almíbar y rellenando entre plancha y plancha.

Cuando ya tengamos colocadas, almibaradas y rellenas todas las planchas, cubrimos bien por los laterales y por arriba, ayudándonos de una rasqueta o un cuhillo largo de cocina o mejor una espátula si tenemos.

Hemos de intentar que quede recta por los bordes y por la parte superior y no se transparente el color de los bizcochos. Yo puse una primera capa que sí se transparentaba y dejé enfríar en la nevera hasta el día siguiente que le dí una segunda capa de cobertura intentando igualar la forma.

Dejamos enfriar de nuevo en el frigo, podemos decorar como gustemos, yo en este caso no quise añadir ninguna decoración, la dejé tal cual.



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