Muffins de chocolate con Maltesers
No hace mucho descubrí el blog Quand ma plume chatouille mes cocottes, gracias a que hizo el pan girasol, lo hizo ella y a partir de su publicación, varias seguidoras suyas, a todas les quedó fantástico. Nos comunicamos bien, pese al idioma, francés, que apenas manejo, pero adivinando algunas palabras y con el traductor automático, nos podemos entender. Es una maravilla el poder compartir recetas unos blogs con otros, incluso con personas de otros países y otros idiomas, además me encanta la amabilidad de esta bloguera.
Desde entonces tenía ganas de probar a hacer algunas de las ricas recetas que había visto en su página. Esta es la que elegí por que me pareció muy original la mezcla de la textura esponjosa de los muffins con el crujiente de los maltesers.
Podemos comerlos a bocados o arrancando primero los maltesers, como hicieron mis niños, a ellos les encantaron.
Fuente: Quand ma plume chatouille mes cocottes
Ingredientes: (para 16 piezas tamaño magdalena nº8)
- 3 huevos,
- 150 g de azúcar,
- 1 yogur natural,
- 80 ml de aceite de girasol,
- unas gotas de esencia de vainilla,
- 160 g de harina de repostería,
- 40 g de cacao puro en polvo,
- 1/2 paquete de levadura química,
- 1/2 cucharadita de bicarbonato,
- Un paquete de Maltesers o similar.
Elaboración:
Congelamos los Maltesers durante unos 40 minutos por lo menos.
Precalentamos el horno a 180º C.
Ponemos en el bol de la batidora los huevos junto al azúcar. Batimos hasta que espumen.
Mezclamos el yogur con el aceite y añadimos a la mezcla anterior, añadimos la esencia. Batimos de nuevo hasta que se integre.
Tamizamos en un bol la harina, la levadura, el bicarbonato y el cacao. Mezclamos con una cuchara.
Añadimos a la masa a cucharadas con la máquina a velocidad baja hasta que se integre por completo.
Llenamos las cápsulas de papel puestas en moldes rígidos como flaneras de aluminio hasta 3/4 partes de su capacidad total.
Ponemos por encima los Maltesers como deseemos.
Horneamos a 180º C unos 20 minutos.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
¡Qué ricos!