Masa para empanadillas

Masa para empanadillas

Una manera sencilla de tener empanadillas caseras con el relleno que más nos guste, tanto salado como dulce, claro. En este caso saladas.

Es una masa algo complicada de manejar en los días de mucho calor, así que mejor dejarlo para los días de invierno, si no está muy alta la calefacción claro.

Las empanadillas son entretenidas de hacer, pero como no llevan levadura y por lo tanto, no hay que dejarlas levar, es bastante rápido. Más aún si dejamos la masa y el o los rellenos listos con antelación.

Ingredientes: (para unas 15 empanadillas)

  • 230 g de harina de repostería,
  • 75 g de agua,
  • 100 g de manteca de cerdo,
  • 1/2 cucharadita de sal,
  • 1/2 cucharadita de pimentón.

Para dar brillo:

  • Un huevo batido.

Elaboración:

Para esta masa podemos utilizar la pani en su programa de pasta, que amasa, pero sin levados o hacerlo con una amasadora, pero con esta cantidad de ingredientes es muy fácil hacerla a mano.

Ponemos la harina en un bol, le añadimos la sal y el pimentón y mezclamos bien con una cuchara o espátula. Le añadimos la manteca de cerdo cortada en trozos pequeños y el agua y vamos amasando hasta que todo este perfectamente integrado.

Formamos una bola y la envolvemos con papel film. La llevamos a la nevera una media hora o la podemos hacer el día anterior y conservarla igualmente en frío.

El relleno de las empanadillas ha de estar también frío, por lo que conviene tenerlo hecho el día anterior o con el tiempo suficiente para que este frío, ya que esta masa se trabaja bien estando fría, y regular a medida que va perdiendo el frío, por lo que hay que ir llevándola al frigo cada poco, al menos los días de mucho calor. Yo diría que en invierno es mucho más fácil de manejar esta masa que un día caluroso de verano, ya que se va reblandeciendo y haciéndose más difícil su manej

Sacamos la bola de masa del frigo, la dividimos en 3 ó 4 partes para trabajar sólo una parte y el resto volver a dejarla en el frigo.

Podemos estirar las porciones de masa ayudándonos de la máquina de pasta, pero yo me apaño mejor con el rodillo.

Ponemos la porción de masa en la zona de trabajo aceitada o espolvoreada de harina y la estiramos con el rodillo hasta conseguir un grosor de un par de milímetros.

Con la ayuda de un cortapastas o en este caso de un tupper con la sección circular de 11 centímetros de diámetro, vamos recortando círculos de masa y dejándolos sobre una bandeja de horno con papel de hornear.

Si vemos que la masa se ablanda, la llevamos a a la nevera para que mantenga mejor su forma y seguimos trabajando hasta tener toda la masa con forma de círculos.

Precalentamos el horno a 250º C.

Vamos colocando el relleno de las empanadillas en el centro de cada círculo, doblamos la masa sobre sí misma y aplastamos un poco con los dedos para unir las dos partes.

Para cerrarlas podemos hacerlo con la ayuda de un tenedor o hacer el conocido repulgue. Para ello empezamos por una esquina doblando con un pequeño triángulo y seguimos añadiéndo triángulos uno encima de otro.

Hasta completar el cierre.

Hice la mitad de las empanadillas de un relleno (tomate, atún, huevo duro) y la otra mitad de otro (huevos revueltos con queso rallado).

Una forma de distinguir unas de otras, es hacer unos pequeños detalles con un poco de masa y ponerlo encima de las empanadillas.

Depositamos las empanadillas sobre la bandeja de horno forrada de papel de hornear.

Las pintamos con huevo batido con una brocha de cocina.

Horneamos a 250º C, unos 10 ó 12 minutos o hasta que estén doraditas.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.



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