Hogacitas con zataar

Hogacitas con zataar

El zaatar es una mezcla árabe muy popular compuesta por tomillo, semillas de sésamo y algunas especias.

Se puede emplear como condimento, en guisos, encima del pan o dentro de la masa como en este caso.

Mi historia con esta mezcla es curiosa, aunque mis padres y casi toda la familia son españoles, nací en otro país por circunstancias ajenas a mi voluntad, ¡je, je!

En realidad de Brasil donde pasé los primeros 5 años de mi vida, casi todos los recuerdos que tengo son buenos. Algunos de ellos están relacionados con la comida, no recordaba qué comía, pero sí su sabor, sabores algunos que he tardado mucho en volver a recuperarlos porque no sabía que era exáctamente aquello que recordaba; unos eran fáciles o los recordaba mi familia como los anacardos, la papaya, el zumo de caña de azúcar… Otros sin embargo me costaron más como la mozzarella fresca que vendían trenzada, recuerdo cómo se deshacía en la boca y lo último que por fin me dí cuenta de lo que era hace poco, fue el zaatar, en casa lo comíamos encima del pan con aceite y sal, lo llamábamos «sata», lo había buscado, por ese nombre no aparecía nada y no hace mucho leí sobre él buscando información sobre panes, enseguida lo relacioné con el nombre real y lo reconocí. Además en la tienda de productos árabes de mi barrio lo vi un día y tuve que comprarlo, no podía hacer otra cosa después de tantos años buscándolo.

Ingredientes:

Para la masa:

  • 500g de harina de fuerza,
  • 300 g de agua,
  • 2 cucharadas de zataar,
  • 10g de sal,
  • 200 g de masa madre natural,
  • 3 g de levadura seca de panadería.

Elaboración:

Lo primera será poner a alimentar la masa madre para que burbujee.

Echamos toda la masa madre que tengamos en nuestro bote en un bol.

Añadimos 100g de harina de centeno + 60g de agua.

Removemos bien con una cuchara hasta que esté bien mezclado todo.

Dejamos reposar unas 4 horas hasta que veamos que burbujea o aumenta su volumen ya que en este caso es más sólida.

Una vez burbujeante, ponemos en el bol donde vayamos a hacer la masa 200 g de masa madre. El resto de masa madre lo volveremos a meter en un bote cerrado  y al frigo, para poder seguir haciendo ricos panes.

Añadimos el agua, la sal y el resto de ingredientes

Mezclamos con una cuchara o una rasqueta y cuando ya no podamos seguir, amasamos unos minutos con las manos.

La dejamos reposar unos 10 ó 15 minutos y amasamos otro poco, así 2 ó 3 veces más.

Una vez tenga una consistencia suave, podemos darle varios pliegues con el intervalo de 1/2 hora.

En el último pliegue, damos la vuelta a la masa y dejamos reposar hasta que doble su volumen o toda la noche en el frigo, según nos cuadre en horarios.

Cuando haya doblado su volumen, sacamos la masa a la superficie de trabajo y la dividimos en dos, en este caso una más pequeña que otra porque las iba a hornear en dos ollas de distinto tamaño.

Formamos una bola con cada porción de masa.

Las colocamos en cestas con una tela o banettones bien enharinados, ponemos un poco de harina por encima, tapamos con film o un plástico de cocina y dejamos reposar de nuevo hasta que doble su volumen.

Una vez lo hayan hecho, volcamos en las ollas que estarán dentro del horno previamente calentado a 250º C con mucho cuidado de no quemarnos.

Greñamos como podamos( con un cuchillo de sierra en este caso).

Tapamos las ollas, la pequeña de hierro es de una fondue tapada con una tapa de pirex.

Horneamos unos 50 ó 60 minutos bajando la temperatura 5ºC ó 10ºC cada 15 minutos hasta llegar a 200º C.

A los 30 minutos destapamos y sacamos de las ollas para que terminen de hacerse bien.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez frío a disfrutar del delicioso sabor y color que aporta el zaatar al pan.