Costillas al horno

Costillas al horno

Las costillas de cerdo se pueden comer de muchas maneras e incluso integrar en guisos, es una carne sabrosa con una textura agradable. Cocinadas de esta manera, las costillas al horno pintadas con salsa barbacoa, quedan deliciosas, no sólo por la salsa en sí, sino porque se cocinan a una temperatura relativamente baja durante algunas horas.

Así que este factor lo hemos de tener en cuenta si las vamos a cocinar así, hemos de empezar bastante antes de la hora de la comida o la cena. Lo bueno es que al estar tanto tiempo sin necesitar vigilancia es muy cómodo y fácil de preparar.

El resultado es una carne muy tierna que se desprende de los huesos sin apenas esfuerzo y un exterior extra sabroso por la salsa que queda caramelizada.

Ingredientes:

  • 3 costillares de cerdo,
  • sal,
  • 6 cucharadas de salsa barbacoa,
  • 3 cucharadas de miel,
  • 3 cucharadas de ketchup,
  • 1 cucharada de azúcar moreno,
  • 2 cucharadas de vinagre de arroz (o uno blanco),
  • 1 cucharadita de ajo en polvo,
  • pimienta (al gusto),
  • hierbas aromáticas (opcional).

Elaboración:

Envolvemos cada costillar por separado con papel de aluminio, cerrando.

Los colocamos sobre una bandeja de horno y metemos en el mismo.

Los cocinamos 3 horas y media a 140º C.

Un poco antes que termine el tiempo de estar las costillas al horno, preparamos la salsa.

Ponemos en un bol el ketchup, la salsa barbacoa, el vinagre, el azúcar, la miel, el ajo en polvo y la pimienta.

Mezclamos bien.

Cuando terminen las 3 horas y media, sacamos la bandeja con las costillas y les echamos sal por encima.

Subimos la temperatura del horno a 160º C.

Con una brocha de cocina, pintamos las costillas con la salsa (sin gastarla toda) por un lado.

Las volvemos a meter al horno a 160º C, destapadas durante 15 minutos.

Las sacamos del horno, les damos la vuelta y las pintamos por el otro lado.

En este momento podemos ponerle por encima alguna hierba aromática que nos guste o una mezcla de ellas.

Volvemos a meter al horno de nuevo a 160º C durante otros 15 minutos.

La carne queda tan tierna que se desprende del hueso con mucha facilidad.

¡Buen provecho!



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