Cheesebrownie de té matcha con frambuesas
Cheesbrownie o más bien debería de llamarse «cheesegreenie» porque la verdad es que de brownie sólo tiene la forma de prepararlo. Es un dulce ideal para los amantes del té matcha, ya que aparte de su bonito color, tiene un intenso sabor a té.
La combinación con la parte del cheesecake de arriba le va muy bien ya que le aporta otra textura y sabor más suaves y las frambuesas le dan ese toque de acidez que contrasta con los demás sabores.
Un postre perfecto para cualquier ocasión ya que no es muy difícil de hacer y puede servir tanto para un día normal como para uno festivo por lo bonito que queda.
Ingredientes: (para un molde de 20 cm x 20 cm)
Para la masa de brownie:
- 90 g de harina de repostería,
- 60 g de té matcha en polvo,
- una pizca de sal,
- 90 g de mantequilla a temperatura ambiente,
- 80 g de azúcar,
- 130 g de huevos a temperatura ambiente,
- 80 g de chocolate blanco + otros 40 g en trozos.
Para la masa de crema de queso:
- 25 g de harina de repostería,
- 125 g de queso de untar,
- 100 g de nata de montar,
- 100 g de huevos,
- 50 g de azúcar,
- unas gotas de esencia de vainilla.
- frambuesas frescas.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º C.
En un bol tamizamos la harina, el té y la sal. Reservamos.
En otro bol o en el de la amasadora ponemos la mantequilla y el azúcar, batimos bien.
Incorporamos los huevos, batimos de nuevo.
Derretimos al baño María o al micro los 80 g de chocolate blanco, lo incorporamos y mezclamos bien.
Añadimos la mezcla de harina y té que teníamos reservada poco a poco hasta que se integre batiendo bien.
Incorporamos los 40 g de chocolate blanco y lo mezclamos con una lengua.
Echamos la masa en un molde engrasado de 20 cm x 20 cm y la alisamos bien.
Batimos todos los ingredientes del cheesecake excepto las frambuesas hasta que estén bien mezcladas.
Incorporamos las frambuesas y mezclamos con cuidado.
Echamos la masa de cheesecake sobre la anterior.
Horneamos unos 30-35 minutos hasta que esté cocinado.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Una vez frío ya podemos partirlo.
Y servirlo.
Me encanta la combinación de colores.