Anko
Desde que vi hace ya un tiempo la película japonesa «Una pastelería en Tokio» tenía ganas de hacer esta receta, no es exactamente anko, ya que éste se realiza con judía roja de soja, con la que seguramente tanto el sabor como la textura no son los mismos. Hay otra pasta dulce similar que se llama shiro-an que se elabora con judía blanca, yo he utilizado alubia de Tolosa, que no es ni blanca ni tan roja, pero como es un ingrediente de gran calidad, me aseguraba un buen resultado.
La textura de esta pasta se puede hacer algo más densa, yo la hice algo menos porque la quería para relleno de dorayaki y así se unta mucho mejor. El sabor de la alubia, pese al azúcar se mantiene, aunque suavizado y la textura recuerda un poco a la del cabello de ángel, es un relleno dulce con un sabor suave, que se puede aromatizar si se desea.
Fuente: Recetas japonesas
Ingredientes:
- 230 g de alubias (de Tolosa),
- agua,
- 200 g de azúcar,
- una pizca de sal.
Elaboración:
Ponemos a remojo en un bol con agua fría las alubias, las dejamos toda la noche o al menos unas 8 horas.
Las escurrimos.
Las ponemos en una olla y las cubrimos con agua, las llevamos a ebullición y las hervimos 5 minutos a fuego fuerte.
Las escurrimos desechando el agua.
Las volvemos a meter en la olla y las cubrimos con abundante agua, las llevamos a ebullición de nuevo, pero a fuego medio, cuando hierva, las pasamos a fuego lento.
Las cocinamos con la olla tapada a fuego lento durante una hora y media o hasta que estén blandas.
Cuando estén listas, las escurrimos.
Para sacar el interior de la alubia y desechar las pieles, ponemos un bol con agua y encima un colador, procurando que parte del colador entre en el agua.
Vamos poniendo las alubias sobre el colador y aplastándolas con el palo de un mortero.
Una vez hayamos terminado con todas las alubias, ponemos un colador sobre un bol y sobre éste una tela o trapo de algodón limpio.
Echamos la pasta de alubias en la tela, cogemos la tela, la enrollamos y la escurrimos para eliminar el exceso de agua.
Pasamos la pasta escurrida a una olla, añadimos la pizca de sal y vamos añadiendo poco a poco el azúcar.
La cocinamos a fuego lento removiendo de vez en cuando hasta que tengamos la consistencia deseada.
Cuando se enfría, queda algo más espesa.
Con ella podemos rellenar unos ricos dorayakis.