Galletas saladas

Unas galletas saladas de las que apetece comer en cualquier ocasión, ya que van bien con casi todo.

Su textura crujiente y rico sabor las convierten en un estupendo picoteo, ideales para comer solas o como acompañamiento.

Muy rápidas y fáciles de hacer, no necesitan ningún tipo de reposo, así que podemos prepararlas para disfrutar en un corto espacio de tiempo, cosa que siempre es de agradecer.

Ingredientes:

Para la masa:

• 150 ml de leche,
• 60 g de mantequilla,
• 1 cucharadita de azúcar,
• 1 cucharadita de sal fina,
• 260g de harina de repostería.

Para espolvorear:

• Sal gorda.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180° C.

Ponemos en un bol la leche, la mantequilla cortada en dados, el azúcar, la sal, la harina. Mezclamos bien.

Sacamos del bol y amasamos un poco para terminar de unificar.

Estiramos con un rodillo sobre la encimera ligeramente espolvoreada con harina para que no se pegue la masa.

La dejamos bastante fina, de un grosor de unos 2 ó 3 milímetros.

Cortamos las galletas con un cortador con la forma que prefiramos, en este caso cuadrado.

Colocamos las galletas sobre la bandeja de horno forrada con papel de hornear.

Las pinchamos con un tenedor y espolvoreamos un poco de sal gorda en cada galleta, apretamos un poco para que no se suelte.

Horneamos unos 15 ó 20 minutos a 180º C, o hasta que se doren en los bordes, y el resto quede un poco pálido.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

¡A comer!