Gachas de almortas
Es de estos platos de toma pan y moja, literalmente.
Un guiso típico de Castilla-La Mancha. No es muy conocido y de hecho nunca las he probado fuera de casa. Mi madre las hace deliciosas y con el tiempo le pedí la receta para poder hacerlas en casa. Es un plato muy sencillo que se come desde hace muchos años.
La almorta o guija es una legumbre con la que se elabora la harina que lleva este plato. Esta harina no es muy fácil de encontrar, sin embargo no hace mucho la pudimos comprar en el super del barrio. Esta legumbre por su resistencia a las condiciones climáticas extremas, fue clave en la salvación de miles de personas en las hambrunas 1881, y el propio Goya le dedicó un grabado titulado «Gracias a la almorta».
En conveniente advertir que llegó a estar prohibido su uso debido a una toxina que contiene y que provoca latirismo. Pero esto sólo ocurre si se consume mucho tiempo y mucha cantidad (más del 30% de la dieta diaria). Su consumo esporádico es totalmente inocuo.
Ingredientes: (para 3 ó 4 personas)
- Una patata grande,
- 200 g de higaditos de pollo (se puede usar también de cerdo pero los de pollo dan un sabor más fino),
- 3 + 3 dientes de ajo,
- 100g de harina de guijas o almortas,
- agua,
- pimentón dulce,
- aceite,
- sal.
Elaboración:
Cortamos a rodajas las patatas y las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva.
Reservamos.
Troceamos 3 dientes de ajo y los freímos en el mismo aceite con los higaditos hasta que estén dorados.
Los sacamos y los trituramos con los 3 ajos restantes crudos en el mortero si nos gusta que se noten los trozos y en la picadora si nos gusta más que quede una textura más fina.
Tamizamos la harina.
La echamos en la sartén, la sofreímos un poco en el mismo aceite y vamos añadiendo agua fría mientras vamos removiendo con las varillas hasta que quede con una textura semi espesa.
Añadimos los higaditos que habíamos picado y seguimos removiendo con las varillas hasta que quede uniforme, corregimos de sal y mantenemos a fuego lento hasta que alcance la textura y cocción adecuada la harina.
En otra sartén ponemos aceite a calentar y añadimos el pimentón, removemos para que se mezcle.
Lo echamos sobre las gachas.
Debe de cubrir bien toda la superfície.
Luego añadimos las patatas que teníamos reservadas, (si se desea, las patatas se pueden incorporar antes de echar el agua y de esta manera se cuecen con las gachas).
¡Y a comer!
Pese a no ser un plato muy atractivo a la vista, gusta a mayores y también a los niños, será por eso de mojar pan en él.