Masa madre natural
Desde que empecé a hacer pan hará un par de años, he intentado alguna vez hacer masa madre y pan con ella. El primer intentó de hacer masa madre acabó en fracaso debido a las bajas temperaturas, ahora sé que si hubiese seguido esperando o alargando los tiempos lo hubiera conseguido, pero en ese momento lo dejé estar hasta la primavera cuando hiciese más calor.
La segunda ocasión conseguí sin problemas una masa madre siguiendo el proceso en los días estipulados, el problema fue que no sabía utilizarla, la alimentaba mal y se hizo demasiado ácida y en casa no gustaba ese sabor. Así que la «suicidé» y decidí seguir haciendo los panes, usando menos levadura, haciendo los levados más largos y ya.
Pero el tema de la masa madre, más que pendiente se me había quedado clavado como una espinita, cansada de ver y leer sobre estupendos panes hechos única y exclusivamente con masa madre, así que hace poco volví a intentarlo.
Esta vez hacía demasiado calor, esto unido a una harina integral de no muy buena calidad, hizo que se estropeara, el olor no era agradable, así que la tiré, pero decidida a empezar otra enseguida.
Esta siguiente la hice con harina blanca de fuerza, de la normalita, con esta puede tardar un poco más a tener actividad, pero con paciencia y observación como dice Ibán Yarza, es fácil de conseguir.
Así que por fin logré esa preciada masa madre, me costó algún día más, pero al fin pudo verse la actividad y un olor muy agradable.
Por lo tanto es más sencillo que salga cuando las temperaturas no son ni demasiado frías ni demasiado elevadas, mejor en primavera u otoño y con harina integral de centeno mejor, que no imprescindible.
Ingredientes:
- Harina integral de centeno,
- agua,
- harina blanca de fuerza.
Elaboración:
Hacer la masa madre es realmente sencillo, puede que salga o no, pero el proceso no tiene ninguna complicación.
Debemos de procurar hacer el proceso a una hora similar cada día, después de unas 24 horas, a una hora que sepamos que vamos a estar en casa y nos vamos a acordar.
Primer día:
Ponemos en un bote de cristal que no sea muy pequeño 110 g de agua (del grifo mismo) y 80g de harina integral de centeno.
Mezclamos bien. Quedará una mezcla pastosa.
Segundo día:
Simplemente removemos. Puede que tenga más o menos burbujas, el olor puede que sea distinto, empiece a ser una mezcla entre vinagre, queso y yogur, huela a fermentado o no.
Tercer día:
Puede que haya aumentado el volumen y haya vuelto a bajar. Tendrá más burbujas y el olor será más acentuado.
Removemos el contenido del bote y desechamos la mitad de la mezcla.
Añadimos 55 g de agua y 40 g de harina integral.
Mezclamos bien.
Cuarto día:
La actividad será más evidente.
Desechamos de nuevo la mitad y añadimos 55 g de agua y 40 g de harina blanca, en lugar de integral como hasta ahora.
Removemos bien. En este momento la cambié de bote para observar mejor los cambios.
Quinto día:
Seguramente ha habido actividad, que notaremos por la huella en el bote.
Descartamos 3/4 partes de la mezcla y añadimos 50 g de agua y 60g de harina blanca.
Removemos bien. Al cabo de las dos horas es posible que haya doblado su volumen. En ese caso, ya está lista para ser usada o sino guardarla en la nevera para utilizarla más adelante.
Estas son mis intentos de masa madre:
EL número 1 fue la que no salió por el frío, el 2 la que sí, pero acabé tirando por no utilizarla bien, el 3 la que tuve que tirar por mal olor y la 4 la de harina blanca.
Si alguien tiene alguna duda del proceso, Ibán Yarza lo explica genial, con vídeo incluido AQUÍ.