Helado de plátano caramelizado y yogur

Helado de plátano caramelizado y yogur

El verano pasado vi esta receta y la apunté para hacerla, pero se quedó en la larga lista de «pendientes», así que ahora que empieza el buen tiempo y las ganas de usar de nuevo la heladera, me puse manos a la obra con él con algún pequeño cambio.

Es una estupenda manera de aprovechar esos plátanos demasiado maduros que ya nadie quiere comer.

El yogur aporta al helado un sabor muy rico, lo suaviza y le da ese punto de acidez que se agradece en algo dulce, además contribuye a la estupenda textura de este helado casero, nada envidiable a uno comprado, pese a no llevar huevo.

Fuente: Las recetas de la familia Tartufo

Ingredientes: (para medio litro de helado)

  • 2 plátanos maduros,
  • 50 g de azúcar moreno,
  • 75 ml de leche,
  • 100 ml de nata de montar,
  • una cucharada de extracto de malta casero (o algún licor),
  • una pizca de sal gruesa,
  • el zumo de medio limón,
  • un yogur natural azucarado.

Elaboración:

Ponemos en un cazo a fuego medio la leche y el azúcar, removemos de vez en cuando.

Añadimos los plátanos aplastados y la sal, seguimos removiendo hasta que esté cocinado.

Retiramos del fuego e incorporamos el extracto de malta y la nata, mezclamos bien.

Por último el yogur y mezclamos de nuevo hasta que se integre bien.

Llevamos la mezcla al frigo por unas 4 horas para que se enfríe bien.

Una vez pasado este tiempo, sacamos la cubeta de la heladera del congelador donde la habremos tenido unas 24 horas. Montamos la máquina, la ponemos en marcha y echamos la mezcla por el bocal de la máquina.

La tenemos en marcha hasta que el helado tenga la consistencia deseada (con esta cantidad en media hora estará listo). En la heladera cabe un litro de helado, si queremos hacer más, doblaremos las cantidades.

Una vez sacado el helado de la máquina, lo pondremos un par de horas en el congelador antes de comer para que se congele bien, si podemos aguantar, claro.

Servimos y podemos acompañar con más extracto de malta por encima o algún sirope que nos guste. ¡Mmmm!