Panificadora

Panificadora

Empecé a hacer panes con una panificadora. De vez en cuando miraba algún foro de recetas en busca de algo nuevo que cocinar. Empecé a leer bastante sobre panificadoras, lo bien que funcionaban, lo cómodas que eran y para colmo no eran nada caras.

Hacía tiempo que tenía esto del gusanillo del pan, ya que mi padre de vez en cuando hacía, una épocas más y otras menos. Él hacía sobre todo integral, ya que por entonces, cuando yo era pequeña, el pan que vendían en las panaderías como integral, distaba mucho de serlo. Total, que él iba a un molino a comprar la harina, incluso llegó a comprarse un molinillo industrial de segunda mano para moler él mismo el grano (a mi padre las maquinitas de cocina y cacharros varios le gustaban mucho, por lo que algo de genético o adquirido tengo yo), así se aseguraba que su pan era integral, integral. Se preocupaba mucho por la alimentación, pero a veces la textura del pan no le quedaba demasiado esponjosa. En estos tiempos de hoy, hubiera disfrutado con lo que se puede aprender en Internet.

Alguna vez había intentado hacer unos panecillos, pero me resultó muy complicado y al leer que esta maquinitas lo hacían todo pensé que era eso lo que necesitaba. Comencé a recabar información en foros y blogs y llegué a la conclusión de que todas las panificadoras eran máquinas parecidas, pero las que daban muy buen resultado eran las que vendían en los supermercados lidl y que además estaban genial de precio. Estuve esperando durante unos meses a que salieran de oferta, ya que sólo salen un par de veces al año, pero por lo visto habían salido no hacía mucho.

Me había encaprichado con la bifinett de dos cubetas (el modelo KH 2231), porque me parecía perfecta para hacer dos panes pequeños distintos, y un día buscando en ebay, vi que la vendían de segunda mano y además no era una subasta, así que directamente la compré. A partir de ese momento empecé a buscar las instrucciones, recopilar recetas y a comprar algún ingrediente.

La espera se me hizo larga, ya sabéis cuando se quiere un cacharrito nuevo y tarda en llegar lo que se sufre.

Cuando llegó, me puse enseguida a limpiarla para probarla y a partir de ahí empezaron mis pruebas y mis andanzas con esto del pan.

Al principio estaba encantada y la usaba mucho para hacer el pan en ella, pero poco a poco quise probar otras formas de pan, y como tiene un programa de sólo amasado, como todas, y amasa tan bien, empecé a probar a hacer barras, panecillos, colines, etc.

Al cabo del tiempo también probé a hacer el pan de molde en un molde de cake y a hornearlo en el horno convencional y nos gustó más la textura. Así que pasé a utilizar la máquina sólo para amasar. También es cierto que la usé para hacer mermelada, masa de croquetas, incluso para asar unos pimientos y cocinar alguna que otra vez un rico pescado con cebollita y patatas. El tema de cocinar se me había resulto cuando me compré la cocimix. Las mermeladas es cierto que las tendré que hacer a mano. Pero cuando salió la oferta del lidl (otra vez el mismo súper, je) de la amasadora, era barata y pesa y ocupa mucho menos que la pani, la compré y me decidí a vender mi pani, no sin cierta pena, ya que le tenía cierto cariño.

Después de un largo año haciendo pan con la panificadora y la amasadora, alguna vez he amasado a mano, por puro placer y por probar, que está muy bien, aunque la mayoría de veces lo hago con la máquina, Pero es cierto que con la experiencia se pierde el miedo a las masas y lo que en un principio se me hacía un mundo, ahora me parece muy sencillo.

No podía dejar de darle las gracias a mi pani, que me ayudó a entrar en el mundo de los panes y las masas.



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